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Domingo IV del Tiempo Ordinario (B): Jesús habla con autoridad

Lecturas de este domingo. En el Deuteronomio (cap. 18) Dios anuncia que suscitará un profeta. El salmo 94 nos habla de no endurecer el corazón. En la Primera carta a los Corintios (cap. 7) san Pablo habla del «trato con el Señor» en distintas circunstancias de la vida, en el Aleluya (Mateo 4,16) se nos habla de la luz grande que brilló y en el Evangelio (Marcos 1, 21-28) la gente de Jerusalén opina sobre la autoridad de Jesús.


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Abwun dvashmaya: Padre nuestro, que estás en el cielo

La invocación a Dios como Padre nuestro que está en el cielo indica nuestra relación nueva con Él en Cristo.

Es oración de encargo, cuando Jesús ora dice padre mío yo te doy gracias, a nosotros nos dice padre nuestro en los cielos, no somos en eso iguales a Jesús que dice yo y el padre somos uno, el que me ha visto a mi ha visto al padre.
Nos hace reflexionar sobre con quién estamos hablando.
Inciso para decir que hoy falta la figura del padre a muchos como el ser que ama y fortalece. Yo si tuve ese padre que me enseñó a orar, en cambio seguramente no puedo decirlo para mis hijos.
Por eso quizá hoy no sé entiende lo de llámale padre muchas veces al día:


Padre pero no mío, no rezo como yo, sino como hombre, miembro de una familia, y no a un ser conmigo aquí sino en el cielo que es el lugar del amor trinitario, no es una oración al padre sino al que nos ama, que es Trinidad: amante, amado y amor, que no nos ama porque está solo y se aburre, no nos crea para que le hagamos feliz, sino para acompañarnos, hacernos felices. El cielo no es un lugar apartado, son los cielos porque es lugar donde las almas son amadas por Dios, no es un lugar sino un accidente, el ubi de la compañía divina.

«PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO»

582. ¿Por qué podemos acercarnos al Padre con plena confianza? (Qué es.)

Podemos acercarnos al Padre con plena confianza, porque Jesús, nuestro Redentor, nos introduce en la presencia del Padre, y su Espíritu hace de nosotros hijos de Dios. Por ello, podemos rezar el Padre nuestro con confianza sencilla y filial, gozosa seguridad y humilde audacia, con la certeza de ser amados y escuchados.

583. ¿Cómo es posible invocar a Dios como «Padre»? (Para qué.)

Podemos invocar a Dios como «Padre», porque el Hijo de Dios hecho hombre nos lo ha revelado, y su Espíritu nos lo hace conocer. La invocación del Padre nos hace entrar en su misterio con asombro siempre nuevo, y despierta en nosotros el deseo de un comportamiento filial. Por consiguiente, con la oración del Señor, somos conscientes de ser hijos del Padre en el Hijo.

584. ¿Por qué decimos Padre «nuestro»? (Quién.)

«Nuestro» expresa una relación con Dios totalmente nueva. Cuando oramos al Padre, lo adoramos y lo glorificamos con el Hijo y el Espíritu. En Cristo, nosotros somos su pueblo, y Él es nuestro Dios, ahora y por siempre. Decimos, de hecho, Padre «nuestro», porque la Iglesia de Cristo es la comunión de una multitud de hermanos, que tienen «un solo corazón y una sola alma» (Hch 4, 32).

585. ¿Con qué espíritu de comunión y de misión nos dirigimos a Dios como Padre «nuestro»? (Cómo.)

Dado que el Padre nuestro es un bien común de los bautizados, éstos sienten la urgente llamada a participar en la oración de Jesús por la unidad de sus discípulos. Rezar el Padre nuestro es orar con todos los hombres y en favor de la entera humanidad, a fin de que todos conozcan al único y verdadero Dios y se reúnan en la unidad.

586 ¿Qué significa la expresión «que estás en el cielo»? (Dónde.)

La expresión bíblica «cielo» no indica un lugar sino un modo de ser: Dios está más allá y por encima de todo; la expresión designa la majestad, la santidad de Dios, y también su presencia en el corazón de los justos. El cielo, o la Casa del Padre, constituye la verdadera patria hacia la que tendemos en la esperanza, mientras nos encontramos aún en la tierra. Vivimos ya en esta patria, donde nuestra «vida está oculta con Cristo en Dios» (Col 3, 3).

(¿Falta el cuándo?)

Escuela de oración:

Abwun dvashmaya
(Our father who is in heaven.)

abwun = our Father
d-va-shmaya = of whom/which – in – heaven

Nethqadash shmakh
(May your name be holy.)

nethqadash = will be holy
shmakh = your name
Note: The imperfect or “future” tense can be used in some cases as an adjuration, i.e. “May so-and-so happen.”

Tethe malkuthakh
(May your kingdom come.)

tethe = it will come
malkuthakh = your kingdom

Nehweh tsevyanakh
(May your will be [done])

nehweh = it will be
tsevyanakh = “your will” or “your desire”
Note: This literally means closest to “Your will will be” which is awkward in English at best.

Aykana dvashmaya
(As it is in heaven)

aykana = like, as
d-va-shmaya = of whom/which – in – heaven

Af bar`a
(Also [be] on the earth)

af = also
b-ar`a = in/on – the earth

Hav lan lakhma
(Give us bread)

hav = give
lan = to us
lakhma = bread

Dsoonqanan yomana
(That we need today)

d-soonqanan = of which – we lack/need
yomana = “today” or “daily”

Ushvuq lan khaubeyn
(And forgive our sins)

u-shvuq = and allow/forgive
lan = unto us
khaybeyn = our sins/debts/shortcommings

Aykana d’af khnan
(Also as we)

aykana = like
d-af = in the same manner – also
khnan = we

Shvaqan lkhaiveyn
(Have forgiven sinners)

shvaqan = we’ve forgiven
l-khaiveyn = unto – sinners/debtors/the guilty, etc.

U’la te`lan lnisyouna
(And don’t lead us into danger.)

u-la = and – not
te`lan = “lead us” or “cause us to enter” (could be either due to verbal form ambiguity)
l-nisyouna = unto – danger/temptation

Ela patsan men bisha
(But deliver us from evil)

ela = but
patsan = deliver us
men = from
bisha = evil

Metul d’dheelakh hee malkootha
(Because the Kingdom is yours.)

metul = because
d-dheelakh = of which – “yours” (it’s a grammatical construct signifying ownership which is a bit complicated to explain here)
hee = is
malkootha = kingdom

Ukhaila utheshbookhtha
(And the power, and the glory)

u-khaila = and – power
u-theshbooktha = and- glory

`Alam l`almeen
(Forever; To eternity)

`alam = forever
l-`almeen = unto – the ages (idiom. “eternity”)
Ameyn
(Amen)
ameyn = “truly” or “it is truth!” traditional ending to prayer or an oath (e.g. “ameyn ameyn amarna lakh” = “truly, truly I’m telling you!” or “I swear!”)

El combate de la oración: el cuándo y el cómo

EL COMBATE DE LA ORACIÓN

572. ¿Por qué la oración es un combate?

Porque el que ora combate contra sí mismo, contra el ambiente y, sobre todo, contra el Tentador, que hace todo lo posible para apartarlo de la oración. Es inseparable del progreso en la vida espiritual: se vive como se ora.

573. ¿Cuáles son las objeciones a la oración?

Muchos piensan que no tienen tiempo para orar o que es inútil orar. Hay dificultades o aparentes fracasos. Para vencer estos obstáculos son necesarias la humildad, la confianza y la perseverancia.

574. ¿Cuáles son las dificultades?

La distracción, que separa de la atención a Dios, y puede incluso descubrir aquello a lo que realmente estamos apegados. Se supera volviendo a Dios con humildad. La sequedad, se supera con fe en el Señor incluso sin consuelo sensible. La acedía o pereza espiritual, debida al relajamiento de la vigilancia y al descuido de la custodia del corazón (se supera con diligencia).

575. ¿Cómo fortalecer nuestra confianza filial (ante el desánimo o fracaso)?

La confianza filial se pone a prueba cuando pensamos que no somos escuchados. ¿Dios es para nosotros un Padre cuya voluntad deseamos cumplir, o un medio para obtener lo que queremos? Si nuestra oración se une a la de Jesús, Él nos concede mucho más que este o aquel don: recibimos al Espíritu Santo, que transforma nuestro corazón.

576. ¿Es posible orar en todo momento?

Orar es siempre posible: Cristo resucitado está con nosotros «todos los días» (Mt 28, 20). Oración y vida cristiana son inseparables.

577. ¿Cuál es la oración de la Hora de Jesús?

La oración sacerdotal de Éste en la Última Cena, cuando llega la Hora de su sacrificio.

Tres temas:

Sobre la oración de Jesús:

-Aprendamos a poner ante Dios los esfuerzos de cada día para seguirlo.

-Supliquemos que nos haga sentir su cercanía.

-Confiemos en su providencia para conformar nuestra voluntad a la suya, repitiendo cada día el sí de Jesús y de María.

Sobre el aburrimiento en la oración, la necesidad de la conversión, que pasa por el encuentro con Cristo doliente:

Sobre la oración y la vida (y viceversa: la vida debe ir acompañada de oración porque Dios quiere que le pidamos, pero la oración debe llevar a la acción):

A Dios rogando:

Y si hay tiempo para ver la vida de uno de esos santos caracterizados por su vida de oración, por qué no santa Gema Galgani:

Tradición, fuentes y camino de la oración

CAPÍTULO SEGUNDO

LA TRADICIÓN DE LA ORACIÓN

557. ¿Cuál es la importancia de la Tradición respecto a la oración?

El Espíritu Santo enseña a orar en la Tradición de la Iglesia, porque la oración no solo manifiesta un impulso interior, sino que implica contemplación, estudio y comprensión de realidades espirituales que se experimentan (en la Tradición).

FUENTES DE LA ORACIÓN

558. ¿Cuáles son las fuentes de la oración cristiana?

La Palabra de Dios; la Liturgia que comunica el misterio de la salvación; las virtudes teologales; las situaciones cotidianas, porque en ellas podemos encontrar a Dios.

«Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente. Dios mío, si mi lengua no puede decir en todos los momentos que te amo, quiero que mi corazón te lo repita cada vez que respiro» (San Juan María Vianney).

EL CAMINO DE LA ORACIÓN

559. ¿Hay en la Iglesia diversos caminos de oración?

En la Iglesia hay diversos caminos de oración, en fidelidad a la tradición y referidos siempre a Jesucristo.

560. ¿Cuál es el camino de nuestra oración?

Cristo. Oramos en el Nombre de Jesús. Su humanidad es la única vía por la que el Espíritu Santo nos enseña a orar a Dios nuestro Padre. Por esto las oraciones litúrgicas concluyen con la fórmula: «Por Jesucristo nuestro Señor».

561. ¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en la oración?

Es el Maestro interior de la oración cristiana, la Iglesia nos exhorta a invocarlo e implorarlo en toda ocasión: «¡Ven, Espíritu Santo!».

562. ¿Es mariana la oración cristiana?

Por la singular cooperación de María con la acción del Espíritu Santo, la Iglesia ama rezar a María y orar con María, la orante perfecta, para alabar e invocar con Ella al Señor. Pues María, en efecto, nos «muestra el camino» que es su Hijo, el único Mediador.

563. ¿Cómo reza la Iglesia a María?

Con el Ave María la Iglesia pide la intercesión de la Virgen. Otras oraciones marianas son el Rosario, el himno Acáthistos, la Paraclisis, los himnos y cánticos de las diversas tradiciones cristianas.

La Oración en el huerto PROCACCINI, GIULIO CESARE, 1616-1620. Museo Nacional del Prado.

La oración de Jesús y María

LA ORACIÓN ES PLENAMENTE REVELADA Y REALIZADA EN JESÚS

541. ¿De quién aprendió Jesús a orar?

Conforme a su corazón de hombre, Jesús aprendió a orar de su madre y de la tradición judía. Pero su oración brota de una fuente más secreta, puesto que es el Hijo de Dios que, en su humanidad santa, dirige a su Padre la oración filial perfecta.

542. ¿Cuándo oraba Jesús?

Frecuentemente; en soledad, con preferencia durante la noche; ora antes de los momentos decisivos de su misión o de la misión de sus apóstoles. De hecho toda la vida de Jesús es oración, pues está en constante comunión de amor con el Padre.

543. ¿Cómo oró Jesús en su pasión?

Tomando sobre sí todas las angustias de la humanidad, todas las súplicas e intercesiones de la historia de la salvación; las presenta al Padre, quien las acoge y escucha, más allá de toda esperanza, resucitándolo de entre los muertos.

544. ¿Cómo nos enseña Jesús a orar?

Con pureza del corazón, que busca el Reino y perdona a los enemigos; con confianza audaz y filial, que va más allá de lo que sentimos y comprendemos; con vigilancia, que protege al discípulo de la tentación.

545. ¿Por qué es eficaz nuestra oración?

Porque está unida mediante la fe a la oración de Jesús. En Él la oración cristiana se convierte en comunión de amor con el Padre: «Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado» (Jn 16, 24).

546. ¿Cómo oraba la Virgen María?

Con fe y la ofrenda generosa de todo su ser a Dios. Ruega a Jesús, su Hijo, por las necesidades de los hombres.

547. ¿Existe en el Evangelio una oración de María?

La intercesión en Caná de Galilea, el Evangelio nos entrega el Magnificat (Lc 1, 46-55), que es el cántico de la Madre de Dios y el de la Iglesia, la acción de gracias gozosa.

Imagen: La Oración en el huerto, GIULIO CESARE PROCACCINI, 1616-1620. Museo Nacional del Prado.

Entradas sobre Oración en el compendio

  1. Qué es la oración. Oración en el Antiguo Testamento.
  2. La oración de Jesús y María.
  3. Las cuatro formas de oración en la Iglesia.
  4. Tradición, Fuentes y Camino de la Oración.
  5. Maestros, lugares y momentos para la oración.
  6. Las expresiones de la oración.
  7. El combate de la oración.
  8. Introducción al Padre nuestro.
  9. Padre nuestro, que estás en el cielo.
  10. Las siete peticiones del Padre nuestro.

(Entradas fuera de categoría)

La Divina Misericordia.

La Divina Pastora.

Qué es la oración (en el Antiguo Testamento)

CUARTA PARTE del Compendio: LA ORACIÓN CRISTIANA

PRIMERA SECCIÓN: LA ORACIÓN EN LA VIDA CRISTIANA

534. ¿Qué es la oración? Es la elevación del alma a Dios o la petición de bienes conformes a su voluntad. Es un don de Dios que sale al encuentro del hombre. Es relación personal con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

CAPÍTULO PRIMERO: LA REVELACIÓN DE LA ORACIÓN

535. ¿Por qué existe una vocación universal a la oración?

Porque Dios, por medio de la creación, llama a todo ser desde la nada; e incluso después de la caída, el hombre conserva el deseo de Dios. Todas las religiones dan testimonio de este deseo y es Dios quien primero atrae a todos al encuentro de la oración.

LA ORACIÓN EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

536. ¿Abraham es un modelo de oración?

Sí, porque camina en la presencia de Dios, le escucha y obedece. En los momentos de prueba, cree que Dios es fiel. Se atreve a interceder por los pecadores.

537. ¿Y Moisés?

Es modelo de la oración contemplativa: Dios conversa frecuente y largamente con él «cara a cara, como habla un hombre con su amigo» (Ex 33, 11). De esa intimidad saca fuerza para interceder por el pueblo.

538. ¿Qué relación tienen el templo y el rey con la oración?

A la sombra de la morada de Dios –el Arca de la Alianza y más tarde el Templo– se desarrolla la oración del Pueblo de Dios bajo la guía de sus pastores. David es el rey y el pastor que ora por su pueblo. Su oración es modelo de adhesión a la promesa divina, y confianza en Dios, Rey y Señor.

539. ¿Qué papel tiene la oración de los Profetas?

Sacan de la oración luz y fuerza para exhortar al pueblo a la fe y a la conversión del corazón e interceden por los hermanos. Elías es el padre de los Profetas.

540. ¿Qué importancia tienen los Salmos?

Son el vértice de la oración en el Antiguo Testamento: en ellos la Palabra de Dios se convierte en oración del hombre; individual y comunitaria. Cristo ha orado con los Salmos y los ha llevado a su cumplimiento. Se adaptan a los hombres de toda condición y tiempo.

San Juan Pablo II: oración, cercanía, amor a la justicia

En la misa celebrando el centenario, el papa Francisco destacó tres rasgos de Juan Pablo II: oración, cercanía, amor a la justicia.

La misericordia ayuda a la debilidad y el poder de la fe de san Juan Pablo II triunfó sobre la fuerza de la violencia soviética (por ello puede ser llamado magno en opinión de Benedicto XVI):


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Un fraile cartujo, humillado, obra de Vicente Carducho (1626 - 1632) ©Museo Nacional del Prado

Pedir con humildad es hacerse pobre: Domingo 30º del T.O. (C)

Si en el Domingo 29º del Tiempo Ordinario (ciclo C), con la parábola del juez injusto, Cristo exponía que la oración debe ser insistente, en el Evangelio del 30º Domingo, con la parábola del fariseo y el publicano que suben al templo a orar nos especifica cómo debe ser la oración en su contenido: es precisa la humildad de reconocerse no solamente necesitados de la ayuda divina, como el que insiste en la petición, sino de reconocerse indigno de dicha ayuda, pecador que solo puede invocar la misericordia de Dios y no puede esgrimir méritos: en este sentido no pedimos a Dios «justicia» sino quedar justificados por la fe que se muestra en la oración y en las obras.

Textos de las lecturas del XXX Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo C):

Lectura del libro del Eclesiástico (Eclo 35, 12-14. 16-18): La oración del humilde atraviesa las nubes.

Salmo responsorial (Sal 33, 2-3. 17-18. 19 y 23): El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2 Tim 4, 6-8. 16-18): Me está reservada la corona de la justicia.

Aleluya (2 Co 5, 19): Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 18, 9-14): El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo, no.

¿En qué se diferencian pobreza y humildad? Posiblemente el fariseo fuera más pobre que el publicano, pero se creía rico en méritos. La corona a la que aspiramos son los méritos de Cristo que sólo alcanzamos si nos «afligimos» con la actitud humilde del que ora como el publicano: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador”. ¿Ayudan estas reflexiones a entender la doctrina de la justificación por la fe?

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Amar con el Corazón de Cristo (Domingo 29º del T.O. ciclo C, DOMUND)

Amar con el Corazón de Cristo es la clave que conecta las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamentos en el Domingo XXIX del Tiempo Ordinario (ciclo C), celebrado el 16 de octubre de 2022. Puesto que se llama domingo de la perseverancia en alusión a los textos que nos animan a orar, explico el encaje que entre ellos tiene el texto de San Pablo a Timoteo echando mano del refrán «a Dios rogando y con el mazo dando».

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