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Domingo 26: Reconducir los sentimientos hacia una pasión noble

Si en el domingo 25 (Si no te paras y agradeces, das coces) se nos decía que los últimos pueden ser los primeros en función de su actitud, las lecturas del domingo 26 nos recuerdan que incluso cuando hayamos vuelto atrás por el pecado, podemos recuperar posiciones mediante la penitencia. Todo tiene remedio, incluso la muerte, a condición de que sepamos ser penitentes, o, en palabras del párroco de Simancas, reconducir los sentimientos hacia una pasión noble (en vez de dejarnos dominar por ellos, que es el sentimentalismo dominante).

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José de Ribera: La resurrección de Lázaro.

Resurrección de Lázaro (V domingo de Cuaresma, ciclo A)

Textos del V domingo de Cuaresma, ciclo A, con el evangelio de la resurrección de Lázaro.

Resaltemos dos frases claves: aquella en que Jesús dice que esta enfermedad no es para muerte; y el refreno de Marta, cuando dice que sabe que su hermano resucitará en el último día. A ambas hace referencia el obispo de Getafe en esta homilía:


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Un fraile cartujo, humillado, obra de Vicente Carducho (1626 - 1632) ©Museo Nacional del Prado

Pedir con humildad es hacerse pobre: Domingo 30º del T.O. (C)

Si en el Domingo 29º del Tiempo Ordinario (ciclo C), con la parábola del juez injusto, Cristo exponía que la oración debe ser insistente, en el Evangelio del 30º Domingo, con la parábola del fariseo y el publicano que suben al templo a orar nos especifica cómo debe ser la oración en su contenido: es precisa la humildad de reconocerse no solamente necesitados de la ayuda divina, como el que insiste en la petición, sino de reconocerse indigno de dicha ayuda, pecador que solo puede invocar la misericordia de Dios y no puede esgrimir méritos: en este sentido no pedimos a Dios «justicia» sino quedar justificados por la fe que se muestra en la oración y en las obras.

Textos de las lecturas del XXX Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo C):

Lectura del libro del Eclesiástico (Eclo 35, 12-14. 16-18): La oración del humilde atraviesa las nubes.

Salmo responsorial (Sal 33, 2-3. 17-18. 19 y 23): El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2 Tim 4, 6-8. 16-18): Me está reservada la corona de la justicia.

Aleluya (2 Co 5, 19): Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 18, 9-14): El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo, no.

¿En qué se diferencian pobreza y humildad? Posiblemente el fariseo fuera más pobre que el publicano, pero se creía rico en méritos. La corona a la que aspiramos son los méritos de Cristo que sólo alcanzamos si nos «afligimos» con la actitud humilde del que ora como el publicano: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador”. ¿Ayudan estas reflexiones a entender la doctrina de la justificación por la fe?

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El perdón en la Biblia (Tiempo Ordinario, ciclo C, 24º domingo)

En el domingo 24 del Tiempo Ordinario (ciclo C) la Iglesia expone el tema del perdón en la Biblia con una lectura del AT, un salmo, otra lectura del NT y la parábola del Hijo Pródigo.

Las lecturas (escucharlas en podcast) son del Éxodo (Ex 32, 7-11. 13-14; Moisés obtiene el perdón de Dios invocando la Alianza), el salmo 50, penitencial por excelencia (Sal 50, 3-4. 12-13. 17 y 19, que habla de ponerse en camino de conversión), primera carta de San Pablo a Timoteo (1 Tm 1, 12-17; en la que se presenta como el mayor de los pecadores, y al mismo tiempo ejemplo para otros por haber dejado obrar a la gracia de Dios) y la parábola del Hijo Pródigo (Lc 15, 1-32).

Consultar prédicas sobre estas lecturas (San Juan Pablo II y otros).

Texto de las lecturas.

 

Credo 18: La muerte de Cristo

«JESUCRISTO PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO,
FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO»

112. En el misterio pascual (Pasión, Muerte, Resurrección y Glorificación de Jesús) se cumple el plan salvador de Dios: es el centro de la fe cristiana.

113. Algunos jefes de Israel entregaron a Pilato para que lo condenase a muerte, acusándole de ir contra la fe en el Dios único, porque se proclamaba Hijo de Dios.

114. Jesús, con su muerte expiatoria, ofrece el único sacrificio capaz de redimir todas «las transgresiones cometidas por los hombres contra la Primera Alianza» (Hb 9, 15).

115. Jesús veneró el Templo y se presentó a sí mismo como la morada definitiva de Dios en medio de los hombres.

116. Jesús nunca contradijo la fe en un Dios único.

117. Todo pecador, o sea todo hombre, es realmente causa e instrumento de los sufrimientos del Redentor; y aún más gravemente son culpables aquellos que más frecuentemente caen en pecado y se deleitan en los vicios, sobre todo si son cristianos.

Kahoot sobre el Misterio Pascual.

Credo 11: La caída: el pecado de los ángeles y los hombres

74. Satanás y los otros demonios rechazaron a Dios, mediante una libre e irrevocable elección, dando así origen al infierno. Intentan asociar al hombre a su rebelión, pero Dios afirma en Cristo su victoria.

75. Por el primer pecado, el hombre, tentado por el diablo, quiso «ser como Dios» (Gn 3, 5). Adán y Eva perdieron, para sí y para todos sus descendientes, la gracia de la santidad y de la justicia originales.

76. El pecado original, en el que todos los hombres nacen, es el estado de privación de la santidad y de la justicia originales. Es un pecado «contraído» no «cometido» por nosotros; es una condición de nacimiento.

77. Como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana se halla herida, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y a la muerte, e inclinada al pecado. Esta inclinación al mal se llama concupiscencia.

78. Dios no ha abandonado al hombre al poder de la muerte, antes al contrario, le predijo que el mal sería vencido y el hombre levantado de la caída. Por ello, la caída será incluso llamada feliz culpa.

Cuestiones disputadas:

De dónde salió la esposa de Caín. Puesto que en este tema se habla de Adán y Eva, aparece la pregunta de si se casaron entre sí sus descendientes, lo cual parece necesario para que sean los padres de toda la humanidad.