La unidad de la Iglesia, y su carácter imperfecto en la tierra, se refleja y es comparable a la unidad que hay entre los textos y mensajes de la Biblia, según explica el padre José Antonio Fortea en su serie de vídeos sobre la Biblia.
En esta segunda entrada de la serie explica al principio los tres tipos de libros y al final la utilidad de la Biblia como instrumento vivo para pasar de la lectura a la reflexión, al diálogo con Dios y finalmente a la conversión y encuentro con Dios que solo es pleno en la vida eterna (al clicar se abre en el minuto 47 donde trata este tema):
En la tercera entrada toca el tema de la unidad: tras una interesante reflexión sobre el relato de la Creación como algo poético a la vez que histórico, y sobre el acercamiento respetuoso a lo sagrado como Moisés al querer observar la zarza ardiente (minuto 17); trata sobre la crueldad del mundo antiguo (min. 28), a la que Dios parece adaptarse o resignarse para ir perfeccionando un pueblo que pueda comprender y aceptar al Mesías, compara también la unidad rota del reino (Judá e Israel) con la unidad rota de la Iglesia, realidades que, al igual que las otras crueldades, no se deben a Dios, sino a los pecados, pero que no deben llevar a dar por perdidos a una parte, pues esa unión permanece místicamente (min. 34:33):