Mes: octubre 2020

La Oración en el huerto PROCACCINI, GIULIO CESARE, 1616-1620. Museo Nacional del Prado.

La oración de Jesús y María

LA ORACIÓN ES PLENAMENTE REVELADA Y REALIZADA EN JESÚS

541. ¿De quién aprendió Jesús a orar?

Conforme a su corazón de hombre, Jesús aprendió a orar de su madre y de la tradición judía. Pero su oración brota de una fuente más secreta, puesto que es el Hijo de Dios que, en su humanidad santa, dirige a su Padre la oración filial perfecta.

542. ¿Cuándo oraba Jesús?

Frecuentemente; en soledad, con preferencia durante la noche; ora antes de los momentos decisivos de su misión o de la misión de sus apóstoles. De hecho toda la vida de Jesús es oración, pues está en constante comunión de amor con el Padre.

543. ¿Cómo oró Jesús en su pasión?

Tomando sobre sí todas las angustias de la humanidad, todas las súplicas e intercesiones de la historia de la salvación; las presenta al Padre, quien las acoge y escucha, más allá de toda esperanza, resucitándolo de entre los muertos.

544. ¿Cómo nos enseña Jesús a orar?

Con pureza del corazón, que busca el Reino y perdona a los enemigos; con confianza audaz y filial, que va más allá de lo que sentimos y comprendemos; con vigilancia, que protege al discípulo de la tentación.

545. ¿Por qué es eficaz nuestra oración?

Porque está unida mediante la fe a la oración de Jesús. En Él la oración cristiana se convierte en comunión de amor con el Padre: «Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado» (Jn 16, 24).

546. ¿Cómo oraba la Virgen María?

Con fe y la ofrenda generosa de todo su ser a Dios. Ruega a Jesús, su Hijo, por las necesidades de los hombres.

547. ¿Existe en el Evangelio una oración de María?

La intercesión en Caná de Galilea, el Evangelio nos entrega el Magnificat (Lc 1, 46-55), que es el cántico de la Madre de Dios y el de la Iglesia, la acción de gracias gozosa.

Imagen: La Oración en el huerto, GIULIO CESARE PROCACCINI, 1616-1620. Museo Nacional del Prado.

Al César lo que es del César

Para ir al Cielo: servir a Dios y a los hombres; caridad

En el día del DOMUND el Evangelio trae la famosa frase de «Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios», que por cierto ya se puede usar como imperativo (dar en vez de dad). Será interesante no pasar por alto las otras lecturas, que nos hablan de que Dios llama a todos a la santidad, para relacionar las lecturas de este domingo con las del anterior (28º Domingo) y con el propio hecho del DOMUND.

29º DOMINGO del Tiempo Ordinario (ciclo A).

Si el domingo pasado la santidad, el Cielo, se comparaba a un banquete al que todos estamos invitados, hoy se nos explica más sobre cómo Dios nos llama:

Primera lectura: Is 45, 1. 4-6. Dios se sirve incluso de los que no le conocen (el emperador Ciro) para hacer llegar a todos su llamada: «aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí».

Dios llama a todos, y el para qué es darle gloria, nos lo dice el salmo (Sal 95, 1 y 3. 4-5. 7-8a. 9-10ac:

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza…

(Quizá por esto ha sido elegido este domingo como el del DOMUND o estas lecturas para el que ya era domingo de las misiones.)

En la segunda lectura, san Pablo (1 Tes 1, 1-5) ya va concretando cómo se pone en práctica la respuesta a esa llamada: con las virtudes sobrenaturales: «sin cesar recordamos ante Dios, nuestro Padre, la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y la firmeza de vuestra esperanza en Jesucristo».

El aleluya (Flp 2, 15d. 16a) nos recuerda que ese ejercicio de las virtudes influye en los demás: «Brilláis como lumbreras del mundo».

Y el Evangelio (Mt 22, 15-21), que tradicionalmente se ha interpretado como si hubiera una tensión entre dos extremos -ser de Dios o ser del César- a equilibrar, probablemente sería mejor comprenderlo como las dos caras de una misma moneda que nos abre la puerta del Cielo, la caridad: amarás a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo; es imposible alcanzar la perfección individualmente, estamos atados por vínculos indisolubles a los demás. Por supuesto, cumplir las obligaciones sociales obliga a los cristianos a ser los mejores ciudadanos (y pagar impuestos), pero no nos limitamos a cumplir lo que exige el orden temporal, queremos para todos la felicidad eterna.

 

Última Cena

El Cielo: la relación eterna y personal con Dios

Después de tres semanas en que el Reino de los Cielos se ha comparado en las lecturas de la misa con una viña en la que Dios nos pide trabajar, las lecturas del 28º Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo A) nos hablan de la plenitud en la relación de amor personal entre Dios y el hombre con la parábola de un banquete de bodas.
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San Jerónimo y su amor a la Biblia, ejemplo para los jóvenes

En la exhortación apostólica SCRIPTURAE SACRAE AFFECTUS (la estima por la Sagrada Escritura) que publicó el 30-9-2020 con motivo del 16º centenario de la muerte de san Jerónimo, el papa Francisco resalta la necesidad de descubrir la riqueza que encierra la Sagrada Escritura, como hizo un año antes al establecer el domingo de la Palabra de Dios.