50. Para Dios nada es imposible. Su omnipotencia se manifiesta al crear el mundo de la nada y al hombre por amor, pero sobre todo en la Encarnación y Resurrección de su Hijo, en la adopción del hombre y el perdón de los pecados.
51. Dios creó al principio: la Creación es el primer paso hacia la salvación y responde a la pregunta sobre nuestro origen y fin.
52. Crea la Santísima Trinidad, pero la obra de la Creación se atribuye especialmente a Dios Padre.
53-54. Dios crea para su gloria y nuestra felicidad. Cómo: libremente, con sabiduría y amor, no por necesidad. De la nada: con orden y manteniendo en el ser, dando capacidad de actuación y culminando al enviar al Hijo y Espíritu Santo.
55. La Providencia son las disposiciones con las que Dios conduce a las criaturas a su perfección, otorgándoles la dignidad de cooperar en su designio siendo unas causas de otras.
56. El hombre colabora libremente con acciones, oraciones y sufrimientos.
57-58. Dios no es causa del mal ni directa ni indirectamente. Cristo ha muerto y resucitado para vencer el pecado, mal moral y raíz de los demás males. Dios permite el mal para sacar de él bienes: la glorificación de Cristo y nuestra redención.
Tres vídeos relacionados con reconocer a Dios como creador: 1) la mayoría no lo reconoce porque está distraído en otras cosas (vídeo de la conversión de Carlos Giménez;
2) además de la pereza (vídeo anterior), el principal obstáculo no son prejuicios contra el Creador, la Iglesia o los cristianos, sino la propia soberbia de no querernos reconocer necesitados de Dios: rechazamos que Dios nos lave los pies.
3) Una reflexión frente a los que se escandalizan por el mal: el Papa dice a los enfermos de Huntington que la fragilidad no es un mal.
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