Los retratos de cuatro mujeres y John Newman colgando de la facha de San Pedro anunciaban la preparación de una peculiar ceremonia. La canonización del 13 de octubre de 2019 llama la atención sobre la esperanza de que una Iglesia en salida de testimonio de atención a los más necesitados, entendiendo por tales los pobres, a quienes atendieron las cuatro nuevas santas, o aquellos a quienes se atiende con la tarea ecuménica, o los intelectuales en general, cuya atención podemos ver personificada en san Juan Newman.
La Iglesia como hospital de campaña que atiende a las necesidades materiales, morales, intelectuales y espirituales de una humanidad doliente, queda retratada en estos cinco personajes; pero también se resaltan en concreto otros aspectos: la santidad de las mujeres, el sacrificio peculiar que Dios pide a algunos santos que le acompañan como víctimas (dos de las mujeres tuvieron los estigmas de la Pasión); la importancia de países de fuera y dentro de Europa: Brasil (primera santa, la hermana Dulce de los Pobres), la India (tercera santa allí nacida, Maria Teresa Chiramel Mankidiyan, fundadora de las hermanas de la Sagrada Familia); en Europa también la primera santa suiza, Margarita Lays, laica dedicada al cuidado de su familia y también estigmatizada; en Italia Josefina Vannini, co-fundadora de las Hijas de san Camilo, también por tanto dedicada a tareas asistenciales. Por último, el cardenal John Henry Newman, modelo de honestidad intelectual y búsqueda de la verdad, converso del anglicanismo y primer santo inglés contemporáneo, al que he dedicado otra entrada.
Ese día es, además, aniversario de la beatificación de Mártires del Siglo XX en España celebrada en 2013 en Tarragona y también fiesta de una beata que vivió la Pasión de Cristo, la portuguesa Alejandrina da Costa.