Categoría: 1. FE

La primera parte del Catecismo, titulada «La profesión de la fe», contiene una  síntesis de la fe profesada por la Iglesia Católica: Ver todos los capítulos.

Credo 14: Jesucristo, Dios y Hombre verdadero

90. El Hijo de Dios asumió un cuerpo dotado de un alma racional humana. Con su inteligencia humana Jesús aprendió muchas cosas mediante la experiencia. Pero, también como hombre, el Hijo de Dios tenía un conocimiento íntimo e inmediato de Dios su Padre. Conocía los pensamientos de los hombres y los designios eternos que Él había venido a revelar.

91. ¿Cómo concordaban las dos voluntades del Verbo encarnado? Jesús tenía una voluntad divina y una voluntad humana. La voluntad humana de Cristo sigue, sin oposición o resistencia, su voluntad divina, y está subordinada a ella.

92. Cristo asumió un verdadero cuerpo humano, mediante el cual Dios invisible se hizo visible. Por esta razón, Cristo puede ser representado y venerado en las sagradas imágenes.

93. ¿Qué representa el Corazón de Jesús? Cristo nos ha conocido y amado con un corazón humano. Su Corazón traspasado por nuestra salvación es el símbolo del amor infinito que Él tiene al Padre y a cada uno de los hombres.
94. La Virgen María concibió al Hijo eterno en su seno por obra del Espíritu Santo y sin la colaboración de varón: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti» (Lc 1, 35), le dijo el ángel.

Credo 13: Jesucristo nació de Santa María Virgen

85. El Hijo de Dios se encarnó en el seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, por nosotros los hombres y por nuestra salvación.

86. La Iglesia llama «Encarnación» al misterio de la unión admirable de la naturaleza divina y la naturaleza humana de Jesús en la única Persona divina del Verbo.

87. En la unidad de su Persona divina, Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, de manera indivisible.

88. El Concilio de Calcedonia (año 451) enseña que Jesucristo es consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad; “en todo semejante a nosotros, menos en el pecado” (Hb 4, 15).

89. Todo en la humanidad de Jesús –milagros, sufrimientos y la misma muerte– debe ser atribuido a su Persona divina, que obra a través de la naturaleza humana que ha asumido.

Credo 12: Jesucristo, Hijo único de Dios

79. La Buena Nueva es el anuncio de Jesucristo.

80. De su conocimiento surge el deseo de transmitirla (evangelizar).

81. El nombre de Jesús significa Dios salva, designa su misión y su carácter de único Salvador.

82. Jesús es llamado Cristo (griego) y Mesías (hebreo), que significa «ungido», porque ha sido consagrado por el Padre, ungido por el Espíritu Santo para su misión redentora.

83. Es Hijo unigénito por su relación con el Padre. Es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

84. Es Señor porque es Dios. Jesús revela su divinidad mediante su poder sobre la naturaleza, los demonios, el pecado y la muerte, particularmente con su Resurrección. Se le debe la misma gloria que al Padre y el hombre le debe someter su propia libertad personal.

Credo 11: La caída: el pecado de los ángeles y los hombres

74. Satanás y los otros demonios rechazaron a Dios, mediante una libre e irrevocable elección, dando así origen al infierno. Intentan asociar al hombre a su rebelión, pero Dios afirma en Cristo su victoria.

75. Por el primer pecado, el hombre, tentado por el diablo, quiso «ser como Dios» (Gn 3, 5). Adán y Eva perdieron, para sí y para todos sus descendientes, la gracia de la santidad y de la justicia originales.

76. El pecado original, en el que todos los hombres nacen, es el estado de privación de la santidad y de la justicia originales. Es un pecado «contraído» no «cometido» por nosotros; es una condición de nacimiento.

77. Como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana se halla herida, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y a la muerte, e inclinada al pecado. Esta inclinación al mal se llama concupiscencia.

78. Dios no ha abandonado al hombre al poder de la muerte, antes al contrario, le predijo que el mal sería vencido y el hombre levantado de la caída. Por ello, la caída será incluso llamada feliz culpa.

Cuestiones disputadas:

De dónde salió la esposa de Caín. Puesto que en este tema se habla de Adán y Eva, aparece la pregunta de si se casaron entre sí sus descendientes, lo cual parece necesario para que sean los padres de toda la humanidad.

Credo 10: El hombre, imagen y semejanza de Dios

66. El hombre es imagen de Dios porque es capaz de conocer y amar libremente a su Creador. Única criatura terrenal a la que Dios ama por sí misma, ya que solo a ella la invita a compartir su vida divina. Por eso es persona, capaz de conocerse y de darse a otros, entrando en comunión con ellos.

68. Los hombres forman una unidad porque tienen el mismo Creador y Salvador, y están llamados a compartir la felicidad.

69. Espíritu y materia forman una única naturaleza. Gracias al principio espiritual (alma), el cuerpo material se hace viviente, humano y participa de la dignidad de imagen de Dios.

70. El alma espiritual es creada directamente por Dios y es inmortal.

71. Hombre y mujer tienen la misma dignidad y son complementarios: está creados el uno para el otro, para vivir en comunión, transmitir la vida, ser una sola carne en el matrimonio y dominar la tierra.

72. Hombre y mujer fueron creados en estado de santidad y justicia con una especial participación de la vida divina: en armonía perfecta consigo, entre ellos, con Dios y la Creación, no debían sufrir ni morir.