Espero que el tiempo que hayas dedicado a navegar en esta página te haya ayudado a buscar en Cristo tu felicidad. Si ya sabes que en Él la encontrarás, termino recordándote dónde lo encontrarás a Él: en la oración, en los sacramentos y en la Iglesia. Por tanto termino animándote a buscar el encuentro con Cristo en esas actividades y, para seguirle, en el amor a los demás. Para esto último, te recuerdo las iniciativas que te sugiero en la página de inicio.