Categoría: 3. MORAL

Moral y mandamientos. La tercera parte, titulada «La vida en Cristo», presenta la lex vivendi, es decir, el compromiso que tienen los bautizados de manifestar en sus comportamientos y en sus decisiones éticas la fidelidad a la fe profesada y celebrada. Los fieles, en efecto, están llamados por el Señor Jesús a realizar las obras que se corresponden con su dignidad de hijos del Padre en la caridad del Espíritu Santo.

Entradas de esta parte del Catecismo.

Moral 18: La tarea de cuidar la vida humana

470. ¿Qué prohíbe el quinto mandamiento como ofensa grave a la ley moral?

1) El homicidio directo y voluntario y la cooperación al mismo.
2) El aborto directo, querido como fin o como medio, y la cooperación al mismo. El ser humano, desde el instante de su concepción, ha de ser respetado y protegido.
3) La eutanasia directa, que consiste en poner término, por acción u omisión, a la vida de las personas discapacitadas, gravemente enfermas o próximas a la muerte. (Ver eutanasia, un paso hacia el Holocausto.)
4) El suicidio y la cooperación al mismo. La responsabilidad puede quedar agravada por el escándalo o atenuada por trastornos psíquicos o graves temores.

Seguir leyendo «Moral 18: La tarea de cuidar la vida humana»

Moral 17: Quinto Mandamiento. No matarás. La vida humana es sagrada

466. ¿Por qué ha de ser respetada la vida humana?

Porque es sagrada. Supone la acción creadora de Dios y permanece para siempre en una relación especial con el Creador, su único fin. A nadie le es lícito destruir directamente a un ser humano inocente.

467. ¿Por qué la legítima defensa de la persona y de la sociedad no va contra esta norma?

La legítima defensa toma la opción de defenderse y valora el derecho a la vida, propia o del otro, pero no la opción de matar. Para quien tiene la responsabilidad de la vida de otro, puede también ser un grave deber. Y no debe suponer un uso de la violencia mayor que el necesario.

468. ¿Para qué sirve una pena?

Una pena impuesta por la autoridad, tiene como objetivo reparar el desorden introducido por la culpa, defender el orden público y la seguridad, y corregir al culpable.

469. ¿Qué pena se puede imponer?

La pena debe ser proporcionada a la gravedad del delito. Los casos de absoluta necesidad de pena de muerte «suceden muy rara vez, si es que ya en realidad se dan algunos» (Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium vitae). Cuando los medios incruentos son suficientes, la autoridad debe limitarse a estos medios, más conformes a la dignidad de la persona y no privan definitivamente al culpable de la posibilidad de rehabilitarse.

Moral 16: la obediencia en la familia y en la sociedad

462. Los vínculos familiares no son absolutos, porque la primera vocación del cristiano es seguir a Jesús (Mt 10, 37). Los padres deben favorecer gozosamente el seguimiento de Jesús por parte de sus hijos en todo estado de vida, también en la vida consagrada y en el ministerio sacerdotal.

463. En los distintos ámbitos de la sociedad civil, la autoridad se ejerce siempre como un servicio, respetando los derechos fundamentales del hombre, una justa jerarquía de valores, las leyes, la justicia distributiva y el principio de subsidiaridad.

464. ¿Cuáles son los deberes de los ciudadanos respecto a las autoridades civiles?

Quienes están sometidos a las autoridades deben considerarlas como representantes de Dios, ofreciéndoles una colaboración leal para el buen funcionamiento de la vida pública y social. Esto exige el amor y servicio de la patria, el derecho y el deber del voto, el pago de los impuestos, la defensa del país y el derecho a una crítica constructiva.

465. ¿Cuándo el ciudadano no debe obedecer a las autoridades civiles?

El ciudadano no debe en conciencia obedecer cuando las prescripciones de la autoridad civil se opongan a las exigencias del orden moral: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5, 29).

Moral 15: Cuarto Mandamiento. La Familia

CAPÍTULO SEGUNDO «AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO»
CUARTO MANDAMIENTO: HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE

455. El cuarto mandamiento ordena honrar y respetar a nuestros padres, y a todos aquellos a quienes Dios ha investido de autoridad para nuestro bien.
456. Dios ha instituido la familia. El matrimonio (que une a un hombre y una mujer) y la familia (formada por el matrimonio y sus hijos) están ordenados al bien de los esposos y a la procreación y educación de los hijos. La familia se convierte en Iglesia doméstica.

457. La familia es la célula original de la sociedad humana, y precede a cualquier reconocimiento. Los principios y valores familiares constituyen el fundamento de la vida social.

458. Deberes de la sociedad: sostener (solidaridad) y consolidar (subsidiariedad) el matrimonio y la familia. Respetar, proteger y favorecer la verdadera naturaleza del matrimonio y de la familia, la moral pública, los derechos de los padres, y el bienestar doméstico.

459. Los hijos deben a sus padres respeto, reconocimiento, docilidad y obediencia. En caso de que los padres se encuentren en situación de pobreza, de enfermedad, de soledad o de ancianidad, los hijos adultos deben prestarles ayuda moral y material.

460. Deberes de los padres: ser los primeros responsables de la educación de sus hijos y los primeros anunciadores de la fe. Amar y de respetar a sus hijos como personas y como hijos de Dios.

461. Los padres educan a sus hijos en la fe cristiana principalmente con el ejemplo, la oración, la catequesis familiar y la participación en la vida de la Iglesia.

Moral 14: Tercer Mandamiento. Santificar las fiestas

TERCER MANDAMIENTO: SANTIFICARÁS LAS FIESTAS

450. Dios ha bendecido el sábado y lo ha declarado sagrado, porque en este día se hace memoria del descanso de Dios el séptimo día de la creación, así como de la liberación de Israel.

452. Para los cristianos, el sábado ha sido sustituido por el domingo, porque éste es el día de la Resurrección de Cristo, que lleva a cumplimiento el sábado judío y anuncia el descanso eterno.

453. ¿Cómo se santifica el domingo (y las demás fiestas de precepto)? Participando en la Eucaristía y absteniéndose de actividades que impidan rendir culto a Dios, o perturben la alegría o el descanso del alma y del cuerpo. Se permiten actividades familiares y servicios de gran utilidad social.

454. El domingo debe ser día festivo para disfrutar del descanso y tiempo libre para cuidar la vida religiosa, familiar, cultural y social; tener tiempo para la meditación y el estudio, y hacer el bien, en particular a los enfermos y ancianos.

Moral 13: Segundo Mandamiento. Respetar el Nombre de Dios

SEGUNDO MANDAMIENTO: NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO

447. Se respeta la santidad del Nombre de Dios invocándolo, bendiciéndole, alabándole y glorificándole. Ha de evitarse, por tanto, el abuso de apelar al Nombre de Dios para justificar un crimen, y todo uso inconveniente de su Nombre, como la blasfemia, que por su misma naturaleza es un pecado grave; la imprecación y la infidelidad a las promesas hechas en nombre de Dios.

448. Jurar en falso es invocar a Dios, que es la verdad misma, como testigo de una mentira.

«No jurar ni por Criador, ni por criatura, si no fuere con verdad, necesidad y reverencia» (San Ignacio de Loyola).

449. Perjurio es hacer, bajo juramento, una promesa con intención de no cumplirla, o bien violar la promesa hecha bajo juramento. Es un pecado grave contra Dios, que siempre es fiel.

Moral 10: La Iglesia, Madre y Maestra

429. La Iglesia es la comunidad en la que el cristiano nutre su vida moral, acogiendo la Ley de Cristo, recibiendo la gracia de los sacramentos y uniéndose a la ofrenda de Cristo.

430. El Magisterio de la Iglesia interviene en el campo moral porque su misión es predicar lo que hay que creer y practicar, incluyendo la ley natural.

431. Los preceptos de la Iglesia garantizan que los fieles cumplan un mínimo indispensable en oración, vida sacramental, moral, y amor a Dios y al prójimo.

432. Los 5 preceptos de la Iglesia son (MCCCA): 1) Ir a misa y santificar los domingos y fiestas. 2) Confesarse al menos una vez al año. 3) Comulgar en Pascua. 4) Abstinencia y ayuno (Cuaresma). 5) Ayudar a la Iglesia en sus necesidades materiales.

433. La vida moral de los cristianos es necesaria para evangelizar porque si no se parecen a Jesucristo no pueden atraer a los hombres hacia el verdadero Dios.

Lumen Gentium cap. 5

Moral 9: Gracia y Justificación: llamados a la santidad


422. La justificación es la acción misericordiosa y gratuita de Dios, que borra nuestros pecados, por medio de la gracia del Espíritu Santo, que la Pasión de Cristo nos ha merecido y se nos ha dado en el Bautismo. Con ella comienza la libre respuesta del hombre, la fe en Cristo y la colaboración con la gracia.

423. La gracia que justifica es un don gratuito de Dios, por el que nos hace partícipes de su vida y capaces de obrar por amor a Él. Se le llama gracia habitual. Es sobrenatural, depende de la iniciativa gratuita de Dios.
424. Existen otros tipos de gracia: actuales (dones en circunstancias particulares); sacramentales; especiales o carismas, entre las que se encuentran las gracias de estado.

425. La gracia previene, prepara y suscita la libre respuesta del hombre; responde a las profundas aspiraciones de la libertad humana, la invita a cooperar y la conduce a su perfección.
426. El mérito es lo que da derecho a la recompensa por una obra buena. Dios da al hombre la posibilidad de adquirir méritos, mediante la unión a la caridad de Cristo, fuente de nuestros méritos ante Dios.

427. Podemos merecer las gracias útiles para santificarnos y los bienes temporales que nos convienen. Nadie puede merecer la primera gracia, que está en el origen de la conversión y de la justificación.

428. Todos los fieles estamos llamados a la santidad cristiana. Ésta es plenitud de la vida cristiana y perfección de la caridad, y se realiza en la unión íntima con Cristo y, en Él, con la Santísima Trinidad.
Seguir leyendo «Moral 9: Gracia y Justificación: llamados a la santidad»